EL BAÑO DE LUZ
En la sanación interior hay circunstancias que obligan a proceder de diferente manera. Sentimos la necesidad de darles a conocer EL BAÑO DE LUZ que nos presentan el P.Darío Betancourt y Blanca Ruiz. Creemos que en muchos casos puede ayudar a las personas, como se demuestra en tantísimos ejemplos y que ellos, muy a menudo, han experimentado en su larga trayectoria evangelizadora.
Textualmente así lo explican:
1. QUE ES
Un baño de luz no es otra cosa que, con la ayuda del Señor Jesús, tratar de encontrar:
- Una respuesta a algo que nos molesta y nos hace sufrir.
- Una razón a aquello que nos impide ser felices y no nos permite progresar espiritualmente.
- La causa a un bloqueo o trauma.
- Una luz para aquella oscuridad que produce una parálisis en la vida espiritual.
Ejemplo: Una persona que vive siempre agresiva, malhumorada, todo le disgusta, nada le agrada, etc. Este estado tiene una causa, pero en muchas ocasiones no se sabe cuál es. Entonces se le pide al Señor que la manifieste, la ilumine, la saque a flote. Jesús, que es luz viene a iluminar y sanar. La presencia de Dios es sanadora.
Para ilustrar mejor lo que es un «Baño de luz» trasmitimos el caso de una religiosa que hacía treinta y dos años estaba en el convento.
Durante los primeros veinte años viví muy feliz. Pero durante los últimos doce años sufrí un infierno. No quería a nadie, ni nadie me quería. Pedí ayuda para remediar mi mal y me aconsejaron un baño de luz.
Por la noche, estando en la capilla, le dije al Señor:
– Señor Jesús: ilumíname ¿cuál es la causa por la cual vivo tan aburrida en el convento por estos últimos doce años?
Vi entonces que del sagrario salía el Señor Jesús e iba acercándose muy sonriente y muy amoroso. Me quedé mirándole y cuando ya le tuve cerca le volví a preguntar:
– Señor. ¿Por qué vivo tan aburrida en mi vida religiosa? Señor, ¿por qué no tengo la alegría del principio?
El Señor me contestó:
– ¿Qué relación hay entre esas revistas que estás leyendo y yo? ¿Por qué pasas tanto tiempo entretenida hojeándolas?
Le respondí:
– Señor, pero esas revistas no son pornográficas. . .
y el Señor me dijo:
– Precisamente porque no son pornográficas las lees, pero te están llenando del mundo de vanidades que te vacían de mí y te disipan, separándote de mí. Tú me has sacado de tu corazón. Tú ya no sientes lo que antes sentías por mí. Ni lo mío te enamora, ni te atrae. Esta es la razón por la que vives tan aburrida en la vida religiosa.
Esta religiosa hacía exactamente doce años que estaba leyendo revistas del mundo que en vez de llevarla a enamorarse del Señor cada vez más, lo que hacían eran distraerla y separarla de su amor, y le habían arruinado su vida de oración. El Baño de luz le hizo conocer el origen de su problema.
En un retiro en Guatemala, mientras hacía el baño de luz uno de los asistentes narró la siguiente experiencia:
Cuando sentí la presencia del Señor empecé a hablarle y, me sentí muy disgustada con Él y le reclamé llorando que no me amaba y nunca me había amado. El Señor me contestó.
– Yo siempre te he amado.
Entonces yo le reclamé:
– Yo no creo que tú me ames, porque si tú me hubieras amado, ni me hubieras quitado mi madre a la edad de ocho años.
En ese momento sentí cómo el Señor me recostaba contra su pecho y con mucho cariño y amor me acariciaba y me secó las lágrimas. Mirándome me dijo:
– ¿Crees que no te amo porque me llevé a tu madre? ¿Sabes? Cuando vine a buscarla era porque ya había cumplido la misión que le había confiado y esa misión era la de darte la vida. Yo estoy satisfecho con ella y quise traerla conmigo para darle el premio que le tenia prometido ¿o crees que hubiera sido mejor que ella estuviera hoy contigo pasando estos años paralizada y enferma como estaba?
Sentí que Jesús me colocaba sobre los brazos de la Santísima Virgen y me decía:
– Mira hija, sí has tenido madre. No has estado sola nunca. Mi madre que también es tu madre ha estado contigo y te ha acompañado siempre.
Sentí que la Virgen me abrazaba y me acariciaba, a tiempo que me cubría con su manto y me decía:
– Hija, siempre he estado contigo. Te amo mucho. Eres mía.
Entonces sentí que mi vida se llenaba de alegría. Luego Jesús me miró y me dijo:
– ¿Por qué no me entregas a tu mamá? ¿Puedo llevarla conmigo?
Por primera vez puse a mi madre en las manos del Señor y la recordé con profunda paz.
Luego el Señor me dijo:
– Voy a mostrarte que sí te amo y que nunca te he olvidado y siempre he estado contigo. ¿Quieres ver cómo te amo? ¿No te has dado cuenta que te di un esposo y unos hijos que te aman y se preocupan por ti?
¿No eres feliz en tu hogar? Hija, yo amo a los míos dándoles lo que necesitan.
Entonces sentí que me abrazó y me dijo: «Yo soy tu verdadero Padre. Mi madre y yo te amamos y estamos siempre contigo».
Comencé a llorar, pero de gozo y con paz. Nunca había sentido tanto amor en mi vida. Por primera vez pude perdonar al Señor por este resentimiento tan fuerte que había en mi corazón y nunca había apreciado el amor, cariño, comprensión y bondad de mi esposo y de mis hijos.
2. DIFERENCIA CON LA SANACION INTERIOR
A. La sanación interior es para sanar una herida específica que se sabe y se conoce. El baño de luz es para pedirle al Señor que ilumine el por qué de algún mal, su razón o causa. Es algo desconocido.
B. La sanación interior necesita la ayuda y discernimiento de otra persona que ore por nosotros.
El Baño de luz se lo puede hacer la persone misma. Esta es la diferencia más peculiar.
En el siguiente testimonio encontramos a una persona que necesitaba luz en sus relaciones interpersonales.
Durante el «baño de luz» le preguntó al Señor:
– Jesús, ¿por qué me cuesta tanto trabajo dar el primer paso de reconciliación y siempre espero que sea la otra persona quien lo haga?
– Porque tú te ves a ti y no a mí. Tú siempre te juzgas bueno, que no tienes la culpa y no te fijas que yo, inocente, tomé la iniciativa para perdonar a los pecadores. Si en esos momentos, en vez de señalar culpables y condenarlos, me miraras a mí y me preguntaras qué haría yo en ese caso, encontrarías la respuesta.
Cómo adquirirlo
Querido hermano, esta ha sido una vista previa. Si deseas seguir leyendo este interesante y sanador libro para enterarte cómo hacer el baño de luz y conocer más testimonios, te invito a adquirirlo en la web del Padre Darío Betancourt por sólo 3 dólares, así estarás ayudando a su Fundación Positivos por la Vida. Es cierto que este libro fue publicado completo aquí durante un tiempo porque estaba difícil conseguirlo, pero ahora que el padre Darío ha inaugurado su plataforma con todos sus libros disponibles a la venta, te invito a comprarlo y apoyar una linda causa en este enlace.
¡Dios te bendiga!