«A menudo levanto la mano en el silencio de la noche y en mi celda solitaria, bendiciéndolos a todos y presentándolos a Jesús y a nuestro padre seráfico, San Francisco …

«A menudo levanto la mano en el silencio de la noche y en mi celda solitaria, bendiciéndolos a todos y presentándolos a Jesús y a nuestro padre seráfico, San Francisco …